lunes, 28 de marzo de 2011

La Discreción en el Yunque

Juan (que luego fue mi jefe) me contó que la reserva afectaba a la pertenencia a la Organización del Yunque y al ir contando por ahí quienes eran miembros y qué hacían. Que había personas fuera de la Organización que la conocían porque se les había presentado por diferentes motivos; creo que dijo que la reserva era necesaria en política y que nos hacía humildes porque había mucho fantasma.
Lo de la necesidad de la reserva me dijeron tiene dos niveles: por la realidad de nuestro trabajo y por eficacia. Por la realidad de nuestra acción, hay que darse cuenta que estamos en una lucha entre el Bien y el Mal, y que hay personas e instituciones que llevan años luchando, y siguen en la actualidad haciéndolo, para construir una sociedad sin Dios y que por lo tanto quieren destruir todo lo que huele a católico. Lo de la eficacia me lo explicó al ponerme un ejemplo cuando me dijo que la diferencia que existe entre el barco y el submarino: ambos luchan, pero unos por encima del mar y otros por debajo. Son distintas formas de lucha, pero necesarias ambas.
Lo de la humildad lo fui entendiendo poco a poco cuando me di cuenta de acciones que hacía yo o algunos de mis compañeros del Yunque que nadie sabía que la habíamos hecho. Te daba ganas de decir: he sido yo, yo lo he hecho, pero tenía que callarme (alguna vez oí alguna meditación sobre la humildad de la Virgen María que no iba chuleando que era la Madre de Dios)
De la diferencia entre discreta (reservada) y secreta hablaré más detenidamente en otros post ya que creo que se están confundiendo, algunas veces deliberadamente, los términos. Y no son lo mismo, ni en la naturaleza ni en los fines de ambos conceptos.